Aunque Age of Empires: Castle Siege parece tomar su nombre de esta serie clásica de estrategia en tiempo real, olvida casi todo el gameplay de su predecesor. Más que recrear batallas míticas y legendarias en espacios abiertos a la estrategia, Castle Siege se basa en construir fortalezas mientras esperas a que el tiempo pase y, de vez en cuando, lanzar incursiones contra otros jugadores o contra la máquina.
En efecto, estamos ante otro clon de Clash of Clans como Kingdoms and Lords, pero en este caso, sí se puede decir que está bien logrado.
Construye tu imperio
Al empezar a jugar a Age of Empires: Castle Siege, lo primero que llama la atención es que las tropas están basadas en ejércitos reales. Hay seis grupos a elegir, de bretones a sarracenos, cada uno de ellos con sus propios héroes, soldados y aspecto.
Tras seleccionar tu ejército, debes empezar a construir tu castillo. Al igual que en la mayoría de juegos basados en tiempo, es importante construir los edificios adecuados para aumentar tus opciones de expansión.
El rey ha muerto, larga vida al rey
Clash of Castles, Boom Seige, o Age of Farms, no importa realmente cómo quieras llamarlo: las mecánicas básicas de construcción de Age of Empires: Castle Siege le sonarán a la mayoría de jugadores. Desarrollas tu pequeño imperio desde cero, tras crear tu infraestructura, formar tu ejército y acumular suministros.
El cuello de botella está en los temporizadores y los límites de suministros, que resultan un auténtico freno a la expansión (a no ser que quieras gastar dinero real a través de micropagos). Mejorar y construir estructuras permite acceder a espacio y beneficios adicionales, pero lo único destacable es la posibilidad de expandirse más. Se trata de un proceso cíclico, en el que el objetivo es crecer por crecer.
Construye, ataca, pulsa, repite
Incluso la otra mecánica principal del juego, atacar castillos, está pensada para expandirse. Te verás pues acumulando maderas para construir arcos, mejorando de rango para poder comprar ballestas y, al final, llevando las tropas a la batalla para poder conseguir más madera y crear, de nuevo, más tropas.
Por suerte, las batallas son muy divertidas, en especial en las diez campañas. Gestionar bien tus tropas es vital, así como usar las tácticas adecuadas. Un ejemplo: si dispones a tus arqueros tras tus primeras unidades, lograrás acabar con caballerías cautelosas. Corre como un loco y el resultado será muy distinto.
Lo que resulta perfecto en este modo es que, aunque se puede mejorar rápidamente comprando monedas del juego, el ejército siempre sigue igual. De este modo, lo que realmente importa es tu habilidad y no tu monedero.
Todos los caballos del rey, todos los hombres del rey
Cada ejército tiene su propio estilo y aspecto. Aunque de lejos todas las tropas parecen iguales, los héroes y las unidades especiales cuentan con un sabor propio que los distingue, tanto en aspecto como en habilidades.
La variedad se aplica también a los reinos y castillo. Mis teutones, por ejemplo, pasaron la mayor parte del tiempo cubiertos por la nieve y construyendo edificios de madera. Los sarracenos, en cambio, vivieron en castillos de piedra construidos en desiertos dorados.
Otro miembro de la misma alcurnia
Age of Empires: Castle Siege es simplemente otro de los muchos clásicos convertidos en juegos sociales free-to-play de gestión del tiempo. Cuenta con algunas características destacables pero es probable que hayas jugado mil veces a juegos con mecánicas similares
De cualquier forma, si eres un gran fan del imperio bizantino o de la franquicia Age of Empires, te encontrarás con mecánicas logradas y con un modo de campaña bien conseguido. Tal vez sea suficiente para que te guste (si es que no has jugado ya a demasiados juegos similares).
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